sábado, octubre 29, 2005

Capitulo 3 (III)

Yo todavía seguía sosteniendo a Tom, casi ni me daba cuenta de que lo hacia con lo asombrado que estaba. Aquel chaval, tendría unos 14 años, era tan parecido al niño que encontramos que llegué a pensar que habría crecido repentinamente desde que lo dejáramos en la enfermería. Resulta increíble como a veces llego a pensar de una manera bastante absurda.

- Phill, creo que ya puedes soltarme. – susurró Tom – Esta situación resulta bastante ridícula.
- Oh, si, perdona. – aquello fue todo lo que mi mente fue capaz de contestar.

Ahora, ya de pie uno a lado del otro, vimos como el chaval bajaba del techo del barracón sin dejar de apuntarnos. Se acercó a nosotros, y mientras lo hacia, noté como Tom intentaba ahogar una carcajada. Me resultaba increíble que le entraran ganas de reírse en una situación como esta, pero solo hasta que pude ver de cerca al pistolero solitario. Con aquellas gafas de buceo tenia un aspecto realmente…. peculiar. Casi también se me dio por reír a mi; pero por fortuna nos contuvimos los dos bastante bien.

- Parece que os tengo cagaos de miedo, ¿eeehhh? – el chaval malinterpretó nuestros temblores. A mi casi me dolía la cara del esfuerzo por contener la risa.
- ¿Cómo has llegado hasta aquí? - pregunté. El inoportuno ataque de risa había cesado y conseguí hablar seriamente.
- Por correo. ¿Pero tú que crees? Vine a pie. – contestó el chaval. Era evidente que tenía ganas de evitar preguntas tontas. Ciertamente, después de pensarlo, a mi también me pareció una pregunta bastante estúpida. Me dije que no podía subestimar a alguien que, siendo tan joven, había sobrevivido en la ciudad.
- ¿Y para que has venido a este lugar precisamente ahora mismo? – la pregunta de Tom resultaba mas pertinente, sin duda - ¿Por qué no saliste antes de la ciudad?
- Porque en la ciudad estaba buscando a mi hermano, y os vi a vosotros dos traerlo hacia aquí. Así que me vais a decir donde está o probaré con otro dardo venenoso mortal.

Tom y yo nos miramos un breve instante preguntándonos como le podíamos decir al chaval donde se encontraba su hermano y lo que le estarían haciendo seguramente. Aquel momento resultó incomodo, y el chaval parecía perder la paciencia, así que, haciendo de tripas corazón, me dispuse a contarle la bola mas grande que jamás se echara a rodar.

- Tu hermano está en un sitio muy agradable con gente que lo va a cuidar muy bien, no tienes que preocuparte de nada. – el codazo que me dio Tom en las costillas si que fue agradable – Si vienes con nosotros te daremos algo de comer y nos podrás contar como has sobrevivido en la ciudad hasta ahora. – no tenia aspecto de estar muy convencido, pero hizo un gesto de asentimiento y nos pusimos a andar hacia la “cocina” de la casa con el muchacho siguiéndonos a cierta distancia.

- !¿Pero que haces?¡ – Tom estaba realmente enfadado – Deberíamos hacer que lo llevaran con su hermano, por lo menos así estaría más seguro.
- No hace falta que me hables en ese tono. – contesté - Ya me siento bastante repugnante por mentir al pobre chaval como para que aun encima tu te enfades conmigo. El muchacho este ha sobrevivido en la ciudad; puede servirnos como guía mostrándonos los caminos más seguros.
- ¡No te atreverás! – la indignación que inundó a Tom fue un duro golpe para mi. Aunque no lo culpaba por sentirse así.
- Hablaremos más tarde – eso fue todo lo que di por respuesta.

miércoles, agosto 10, 2005

Capitulo 3 (I)

Aquella noche Tom y yo nos pusimos a planear la que esperabamos que fuese la visita definitiva a la ciudad. Pasara lo que pasara sabiamos que era muy probable que todo terminara para nosotros, tanto como si descubriamos las causas de esta situación como si no.

-Lo primero es salir de "la base" sin que nadie nos vea. -me dijo Tom.
-Tienes razón -conteste pensativo- lo mejor sera salir mientras estan todos descansando.

Estábamos hablando en una terraza que habia en el segundo piso de la casa; suponiamos que desde ahi nadie nos escucharia. Además, desde esa terraza se veia estupendamente la puesta del sol. Mientras estabamos decidiendo el camino a seguir desde "la base" hasta la ciudad, escuchamos como dos personas discutian. Parecia provenir de una habitacion en el primer piso, en la parte de atras de la casa, no llegabamos a entender completamente de que estaban hablando, pero tenia que ver con trabajar para alguien y que eso se habia acabado.
La discusión acabó bruscamente y lo siguiente que escuchamos fue un sollozo incontenido.
En cualquier otro lugar y contexto seria una conversación sin más, pero aqui, sin duda alguna, todo ocurria por alguna razón. La curiosidad pudo con nosotros. Entramos en la casa y bajamos las escaleras esperando que las personas que habian discutido siguieran alli cuando llegáramos. Cuando estabamos llegando a la puerta de la habitación, oimos que las dos personas que estaban alli empezaban a hablar de nuevo.

-Ahora que ya has llorado bastante, podrias explicarme que es lo que pretendes conseguir.
Tras una breve pausa, la otra voz, que sonaba mucho más joven que la primera, contestó, aun ahogada por el llanto.
-Buscaba algo de información. Vi que usted informaba a los dos hombres de Newlight, y queria saber que era lo que tenia tanta importancia para ellos.
-¿Y para qué querias saber algo sobre eso?
-Porque aqui hay dos personas que estan intentando decubrir que es lo que ha pasado, y siento la necesidad de ayudarles. Desde que trajeron a aquel niño supe que, o hacemos algo por nuestra cuenta, o este sera el último lugar que veremos.
-Te entiendo. Yo tomé la misma decisión cuando se llevaron al niño. Pero todavia no sé por donde empezar.
-Pues lo primero que podemos hacer es buscar a Tom y a Phill.
-¿A quién?
-A las dos personas de las que te he hablado.
-Si, me parece buena idea. Esperemos que todavia sigan aqui en "la base".

Al acabar de hablar salieron de la habitación y antes de que se cruzaran con nosotros cogí a Tom del brazo y lo llevé a una esquina oscura para evitar que pudieran vernos. No era el momento de tomar decisiones precipitadas, teniamos que estar seguros de con quien podiamos contar, y para qué.

-Parece que tenemos aliados aqui dentro. - me dijo Tom de repente.
-Eso habrá que verlo, - le respondí - pero ciertamente no nos vendria mal un poco de ayuda. En todo caso lo primero es preguntarles que es lo que saben. Esperemos que sea algo de utilidad.
-Mira que eres pesimista Phill, por una vez podrias opinar que hemos tenido buena suerte.
Me quede pensando un momento y contesté a Tom.
-Esto sera buena suerte si llegamos a resolver esta catástrofe. Mientras tanto solo es una ocasión que podemos aprovechar.

Ahora habia que hablar con nuestros inesperados aliados y cambiar nuestros planes. Mientras caminábamos para ir al encuentro de esas dos mujeres medité sobre algo que no habia tenido en cuenta; ¿que pasará después de todo esto?. Otra pregunta rondaba por mi cabeza, y sin duda era la que más inquietud me provocaba; sentia curiosidad por llegar a averiguar si la gente que se habia convertido en "sombras" podria volver a un estado normal.
¿Quién sabe?, a lo mejor podriamos invertir el proceso de los agujeros temporales.

martes, abril 05, 2005

Capitulo 2 (IV)

Sentada en aquel banco, mirando la cielo, Carla se sintió como si estuviera alli descansando de un paseo por el parque; por un momento olvidó todo lo que habia sucedido. En aquel breve instante se sintió otra vez dueña de su vida.
Pero la realidad llegó de nuevo, y lo que le mostró fue a Tom y a Phill saliendo precipitadamente del cuartucho de reuniones. Eso no le pareció extraño, lo raro vino después. Tambaleantes y con evidentes señales de haber sido agredidos, los dos hombres de Newlight salieron de aquel pequeño barracón. Miraron hacia todos los lados y en cuanto se aseguraron de que no habia nadie cerca empezaron a andar.
-Parece que recibieron algo de lo que se merecen- pensó Carla - ¿Tom y Phill habrán conseguido algo de información? Ahora estoy segura de que traman algo.
Cuando se dio cuenta de que los dos hombres se dirigian hacia alli se levantó y se ocultó tras la esquina de la enfermeria.
-Espero que no me hayan visto. Aunque dudo que les importe mucho que yo pueda estar aqui.
Entraron en la enfermeria, ella pudo ver lo que ocurria desde un ventanuco que habia en esa pared. Por un momento le pareció que la enfermera tenia en la mano algo parecido a una agenda electrónica, pero lo guardó rapido en un cajón de la estanteria que habia alli dentro.
-Si trabaja para Newlight seguro que la obligan a tomar nota de todo lo que sucede, o por lo menos de lo que se pueda enterar.- Carla consideró que esa podria ser información útil - Por alguna parte habra que empezar a encajar las piezas. Tengo que coger esa agenda, quizá asi pueda ayudar a Tom y a Phill.
Mientras pensaba en como podria hacer para robar la agenda, los dos hombres de gabardina salieron de la enfermeria, se llevaban al niño con ellos.
-Bien, ahora solo falta que también salga la enfermera. Pero nunca sale de ahí; habra que distraerla con algo...
Cuando ya estaba empezando a pensar formas de sacar a la enfermera, sucedió algo que no esperaba ni en lo más minimo. La enfermera salió del barracón y se fue a sentar en el banco que ella habia dejado hace un momento.
-Esta es mi oportunidad.
Se deslizó a lo largo de la pared de la enfermeria intentando no hacer ruido. La enfermera parecia absorta en sus pensamientos. Llegó a la puerta y comprobó que por suerte estaba abierta. Entró y se fue directamente al cajón donde estaba guardada la agenda. La cogió y volvió a salir sin que la enfermera se enterara de nada.
Se fue a la casa ruinosa donde dormian todos los supervivientes y buscó alguna habitación vacia donde porder revisar la agenda sin que nadie la molestara.
Encontró una hacia la parte de atrás, se sentó apoyada contra la pared y abrió la agenda electrónica.
Ahora tambien estaba de suerte, no tenia contraseña.
-Parece que no esperaba que nadie supiera que espiaba en "la base" para Newlight.- pensó mientras empezaba a leer la anotaciones de la agenda.
Los entradas en la agenda no parecian ser muy relevantes, salvo porque todos los que acudian a la enfermeria pedian algo para aliviar dolores crónicos de cabeza y fatiga.
-Resulta irónico, - pensó Carla- los que han quedado afectados se convirtieron en bestias que parecen no necesitar descanso, en cambio los que sobrevivimos nos encontramos fatal. ¿Por qué sera? Apenas conseguimos dormir, puede que esa sea la causa, con tanta tensión quien puede dormir.
Entonces, sin darse cuenta, empezó a pensar en el dia en que habia sucedido todo; ella llegó tarde a los laboratorios de Newlight porque su madre habia apagado el despertador y ella siguió durmiendo.
-¿Por qué pienso en eso ahora?- se preguntó.
Cuando llegó a la ciudad el agujero ya no estaba, no lo habia visto, pero llegó cuando desapareció el edificio administrativo donde ella trabajaba. Entonces fue cuando empezaron a aparecer las sombras.
-No, no creo que la explicación sea tan sencilla- dijo para si - Tendria que preguntarles a todos que hacian cuando apareció el agujero. En todo caso puede que la respuesta aun esté en Newlight. Tenemos que ir alli.
Tenia que hablar con Tom y Phill; si ellos eran los únicos dispuestos a hacer algo ella queria ayudarlos.
Se levanto de aquella mohosa habitación y se fue a buscarlos.

lunes, marzo 07, 2005

Capitulo 2 (II)

Después de quedarse absorta ante el espejo durante unos minutos salió de los lavabos. Seguia sin tener nada que hacer, como todos los dias.
Miró alrededor en busca de algo de interés en lo que ocupar la mente, en ese momento fue cuando vio a Tom y a Phill salir de la enfermeria. Aquello si que era curioso, cuando llegaron iban casi corriendo y Tom llevaba algo en brazos, ahora que salian de la enfermeria caminaban despacio y parecian deprimidos. La curiosidad pareció revitalizar a Carla; parecía que por el momento habria algo en lo que concentrarse.
Durante un momento dudó entre ir a hablar con Tom y Phill o dirigirse directamente a la enfermeria. Mientras pensaba en esto vio como los dos amigos se paraban un momento a hablar entre ellos.
-¿Estarán tramando algo? - se preguntó.
Cuando empezaron a caminar de nuevo fueron directamente al barracón donde se presentaban los informes a los dos hombres que Carla sospechaba que trabajaban para Newlight. Así que finalmente decidió ir a la enfermeria.
Mientras caminaba se preguntó si seria mejor entrar sin más o ir con alguna excusa preparada, por si no habia nada extraño. Tras pensarlo un rato consideró mejor dar una excusa; diria que se encontraba fatigada, que no podia dormir y tenia un persistente dolor de cabeza.
-Caray - se dijo a si misma - Si esto no es ninguna excusa. Me siento tan mal que ni siquiera se me habia ocurrido ir a la enfermeria.
Entró sin llamar, la enfermera le daba la espalda y parecía ocupada en algo que tenia sobre la camilla.
-Hola, me preguntaba si podria ayudarme, hace bastante tiempo que no puedo do...
Ya no pudo acabar la frase; en el momento en que la enfermera se giró hacia ella pudo ver lo que habia en la camilla
-!Es un niño¡- pensó para si misma - Asi que esto era lo que traia Tom en brazos.
Se quedó boquiabierta mirando alternativamente a la enfermera y al niño.
-¿Querias algo? - le preguntó la enfermera.
-¿De donde ha salido este niño?
-Lo acaban de traer de la ciudad. Sorprendentemente está sano, aunque algo alterado. Segun me contaron los dos hombres que lo trajeron, evitaron que un grupo de "sombras" lo mataran.
¿Sombras? Sí, eso acababa de decir la enfermera. Entonces era probable que ella también trabajara para Newlight. Se preguntó si seria la única espía que habrian colocado en "la base". O habrian sido Tom o Phill los que usaron esa expresión. Alguno de ellos trabajaría también para Newlight, o se la habrian escuchado a los dos tipos de las gabardinas.
-Parece que no será facil confiar en nadie a partir de ahora - pensó
- Vaya, eso ha sido muy valiente por su parte. - dijo en alto - Pero me pregunto porqué este niño no quedó afectado como los demás seres que se han visto.
-Lo ignoro - fue la lacónica respuesta de la enfermera.
-Seguro que si - pensó sarcásticamente Carla - Pues yo venia a ver si me podia dar algo para la fatiga y los dolores de cabeza que tengo.
-No se si por aqui habra algo -dijo la enfermera poniendose a rebuscar en un botiquín.
Mientras, Carla se quedó mirando fijamente al niño, ahora estaba tranquilo y parecia que pronto se iba a quedar dormido.
-Lo único que tengo es un bote de cápsulas vitamínicas - dijo la enfermera interrumpiendo los pensamientos de Carla.
-Esto... sí, muchas gracias. Adios.
Ahora que ya habia descubierto lo que queria solo pensaba en acabar esta conversación inútil.
Salió de la enfermeria, fue a sentarse en un banco que habia cerca y se quedó mirando al cielo azul, que ocasionalmente era cruzado por una nube.



Ahora sí que tenia serias dudas sobre lo que deberia hacer. Ver a aquel niño le habia hecho comprender que ella debía hacer algo por los demás. ¿Pero que podia hacer?; le parecia que, como siempre, estaba ella sola contra el mundo.

-¿Será mejor irse y darle la espalda a toda la gente que está aqui, sufriendo?- se preguntó - O puede que ya sea hora de hacer algo que me devuelva mi dignidad.

martes, febrero 22, 2005

Capitulo 1 (V)

Al salir de la enfermeria atravesamos la base hasta el llegar al chamizo donde nos esperaban para que informaramos. Toda aquella base habia sido construida a marchas forzadas. Salvo un edificio que ya se encontraba alli, una pequeña casa abandonada que habian acondicianado para que pudieramos dormir, el resto eran casetos prefabricados, como los que usan en las obras para guardar el material. Uno era la enfermeria, otro era para las duchas y los servicios y el que quedaba era al que nos dirigiamos, donde se presentaban los informes a aquellos tios de "nosedonde" que trabajaban para "vetetuasaberquien".
Desde el patio de la base se podia ver a lo lejos la ciudad, aquella ciudad en la que habia nacido y crecido. Una ciudad en la que ahora temia entrar y en la que antes se sucedia toda mi vida.
-Phill, ¿sigues conmigo?
-¿Eh?.. ah , sí; sigo aqui. Solo pensaba en la ciudad.
-Pues mejor seria que nos pusieramos a pensar en lo que le vamos a decir a los engabardinados.
Tom tenia razón, creo que a los dos nos caian igual de mal aquellos tipos. No nos decian para que servian nuestros informes, pero lo más irritante era que asentian a todo lo que les contábamos como si ellos hubieran estado alli.
Y aun por encima ahora habia que explicarles lo del niño pequeño; aunque ciertamente ya sabrian que estaba aqui.
-Pues les diremos lo que hemos visto, ni mas ni menos Tom.
-Si, sera mejor. De todos modos tengo la impresión de que a veces ni escuchan lo que les estamos contando.
Cuando llegamos ya estaban alli esperando, los dos con sus impolutas gabardinas y sus elegantes trajes.



-Sientense por favor - nos dijeron nada más entrar - Y ahora informen sobre todo lo que han visto hoy.
Entre los dos contamos todo lo que habia pasado ese dia; también quedaron sorprendidos cuando les explicamos aquel agrupamiento de "cosas" que querian matar al niño.
Pero extrañamente no mostraron ninguna reacción al hecho de que el niño no se viera afectado por los agujeros temporales.
-Bien, eso es todo, gracias por su informe.
¿Después de dos horas hablando eso era todo?. No, aquella vez también ellos nos tendrian que contar algo.
Fue Tom el que tomó la iniciativa en aquel momento.
-Nada de eso, ahora nos toca a nosotros escuchar lo que tengan que decirnos.
-No sé que es lo que tenemos que contarles a ustedes, sobre todo porque no estamos obligados a ello.
Esto lo dijo el más alto de los tipos que teniamos delante. Esa muestra de soberbia era lo que me faltaba por ver en esta situación.
-Pues de aqui no va a salir nadie hasta que contesten a nuestras preguntas - dije levantando un poco la voz.
-¿Si?,¿ y que es lo que van a hacer para conseguir eso? - preguntó el tipo más pequeño.
La respuesta fue que empujamos la mesa y los golpeamos a los dos en las costillas. Mientras estaban sin aire aprovechamos para registrarlos y - ¡Oh sorpresa! - iban armados.
Ahora eramos nosotros los que teniamos el control de la situación.
La primera pregunta que hicimos era por qué estaba pasando todo esto en esta ciudad.
Los dos se resistieron a contestar, y nosotros estabamos empezando a perder la calma. Yo tenia delante al más alto y le di un golpe en la cara.
-Lo próximo sera un tiro en la rodilla a los dos como no contesteis ahora.
Tom dijo esto de una manera que hasta a mi me asustó un poco, pero comprendí que a lo mejor asi hablaban.

Y no tardaron en hacerlo. Supongo que no se arriesgarian a perder la vida por dar información a unos tios que seguramente estaban condenados.
Empezó hablando el tipo bajo.
-Vale, os diremos lo que querais. - después respirar un par de veces siguió hablando - En esta ciudad habia un laboratorio de investigación avanzada; en el se estaba investigando sobre la posibilidad de abrir agujeros de gusano. Parece que consiguieron abrir un par de manera controlada, pero en el último experimento que hicieron las máquinas que usaban se escaparon a su control.
En ese momento continuó el engabardinado alto.
-Parece que ese agujero dejó a todos los que trabajaban en el laboratorio en el mismo estado que los que están ahora por la ciudad. Las máquinas siguen funcionando segun el programa de experimentos, pero ahora los agujeros se abren en momentos, lugares y tamaños aleatorios.
Aquello nos dejo atónitos; pero no era suficiente.

martes, febrero 15, 2005

Capítulo 1 (III)

-Phill - me dijo mi compañero - ese niño todavia está vivo, y lo van a despedazar.
-¿Qué dices? - pregunte incrédulo. Yo todavia no lo habia visto; pero entonces lo comprendí, esa era la razón de que se hubiese reunido un grupo tan grande. Bueno, grande, eran cinco, pero aqui, si se reunian dos, era para matarse, asi que esto no era nomral.
Me parecía sorprendente que todavía quedara alguien vivo en esta ciudad; y más un niño, rodeado de "cosas" dispuestas a matarlo simplemente por ser capaz de sentir.
-Tom, tenemos que hacer algo, y rápido.
Habia que darle a esta gente otro asunto en el que ocuparse. Dado su comportamiento violento lo primero que se me ocurrió fue empujar al hombre que tenia delante contra los que iban en cabeza.
Tom me miró con una expresión entre atemorizada y comprensiva.
Nos echamos hacia los lados del grupo que se habia reunido, los que iban delante se habian dado la vuelta y empezaban a dar una paliza al que yo habia empujado. No tardarian mucho en acabar con él.
Cogimos al niño; la "madre" no realizó el menor esfuerzo para retenerlo consigo. Lo que pasó aqui volvia a la gente a un estado de brutalidad primitiva, pero hasta el instinto más importante para la supervivencia de una especie habia sido borrado. ¿Que especie podria sobrevivir si no protegía a su descendencia?
-Vamos Phill , salgamos de aqui.
-Tomaremos el camino más corto hacia "la base"
Nos pusimos a correr tan rápido como podiamos. Al echar la vista atrás vi que los del grupo todavia estaban acabando con el pobre desgraciado al que empujé. Por suerte nadie nos seguía. Asi que para pasar desapercibidos dejamos de correr.
-¿Qué haran con el niño cuando lleguemos a "la base"? - me preguntó Tom.
-Supongo que le harán todos los análisis que puedan - le contesté - Quedarán tan sorprendidos como nosotros de que un niño no resultara afectado por los agujeros.
-Phill, ¿crees que tendremos que volver aqui para ver si encontramos más niños?
En aquella pregunta noté cierto nerviosismo, por no decir auténtico terror. Pero no hice ningún comentario sobre eso; después de todo yo me sentia igual. Me limité a responder casi mecánicamente.
-Puede que así sea; pero entre el origen de los agujeros y rescatar más niños, creo que es demasiada búsqueda para un solo grupo.
Cuando salimos de la ciudad me fallaron las piernas y estuve a punto de caer; esto era demasiada tensión para cualquiera. Tom se habia apoyado contra un muro y sostenia al niño, intentando calmarlo. Descansamos un rato antes de continuar hacia "la base".
Cuando llegamos, los que se cruzaban con nosotros le preguntaban a Tom que era lo que llevaba en brazos envuelto en su abrigo. Y en todos la reacción era la misma cuando lo averiguaban.
Lo llevamos hasta la enfermeria, pero intuiamos que iba a estar poco tiempo alli. Pronto se lo llevarian a una zona de aislamiento entre "la base" y el cerco de la ciudad. En aquel lugar le harian todas las pruebas que creyeran convenientes.
En ese momento me encontre a mi mismo preocupándome por un niño al que nunca habia visto, y que con toda probabilidad, nunca volveria a ver.
No hablamos nunca de ello, pero estoy convencido de que Tom sentía exactamente lo mismo.
Lo habia juzgado mal cuando nos conocimos en esta frontera del mundo con el vacio. En aquel momento me dio la impresión de que era un individuo demasiado idependiente como para preocuparse por cualquier otra persona.

viernes, febrero 11, 2005

Capitulo 1 (continuacion)

Sin duda algo serio habia pasado. Por ahora solo habia sucedido en esta ciudad; pocos habian conservado su mente y todavia eran capaces de pensar. Pero no sabiamos si nos afectaria tambien.
El resto del mundo sentia miedo de que pudiera volver a ocurrir.
En aquel ultimo dia normal nada hacia presagiar que a la mañana siguiente la gente se habria convertido en seres de comportamiento mecanico; no habia preguntas, no habia respuestas, ni siquiera las mas minimas muestras de sociabilidad.
Ese hueco en el tiempo se abria aleatoriamente, todos los que resultaban afectados caian en una cuasi-muerte cerebral. Solo mantenian las funciones mas primitivas de su cerebro.
Esto es lo que provocaba accesos de violencia extrema; los restos de los que morian quedaban en la calle pudriendose, los que seguian en pie se comportaban como si nada hubiera pasado.
¿Quien querria provocar algo asi?, y todavia peor, ¿para que?
-Tenemos que volver la base- dijo mi compañero - aunque no se de que podremos informar.
-Si, ya es hora.
En varios puntos del planeta se habian observado estos huecos, por suerte no habian caido sobre ninguna zona poblada. Pero solo seria cuestion de tiempo.
La ciudad permanecia rodeada para que nadie pudiera entrar ni salir. Los 24 que quedabamos eramos los que nos arriesgabamos a entrar en la ciudad, asi no se contaminaria nadie mas. Por lo menos eso es lo que nos habian dicho.
Aqui los huecos se abrian con mas frecuencia. La conclusion logica es que lo que los provocaba estaba aqui.
- Volvamos, pero lo haremos por otro sitio. - dije - Puede que observemos uno de los huecos, a ver si hay algun indicio de donde se generan.
Mi compañero me contesto con un optimismo desbordante:
- Si ni siquiera los satelites son capaces de averiguarlo, ¿como lo vamos a conseguir nosotros.?
- No lo se, pero hay que intentarlo. A lo mejor esta en algun sitio que los satelites no pueden ver.
Cuando iba a aparecer uno de los huecos temporales la tierra temblaba casi imperceptiblemente. Y eso solo se notaba en esta ciudad. Esto reforzaba la hipotesis de que todo surgia desde aqui. Habra que seguir buscando.

Apocalipsis del pensamiento - Capitulo 1


Era una mañana lluviosa de marzo y yo caminaba cabizbajo, con el hastío de siempre, bajo las goteras del cielo. A mi paso oía los ruidos producidos por las alimañas entre la basura que huían en busca de un rincón que se les antojase más seguro.

Tenía que hacer penosos esfuerzos para evitar pisar en los charcos de sangre y otros vertidos que me rodeaban por doquier. Ni siquiera sentía las nauseas de las primeras veces, me resultaba increíble cómo el ser humano se acaba acostumbrando a todo.

Las pocas personas que pasaban iban mirando al frente. En sus máscaras petrificadas no se distinguía ningún atisbo de sentimiento cuando tropezaban con algún desperdicio humano. Los más sensibles sólo aflojaban un poco el paso para luego apurarlo. Ya quedábamos pocos, apenas un par de docenas y, todos, excepto nosotros dos, permanecían a la espera de nuestros informes en las afueras de la ciudad. El resto de los ciudadanos que deambulaban aquella y todas las mañanas anteriores desde hacía ya mucho, tenían tanto de humanos como las piedras.

Seguí caminando, la lluvia parecía haber amainado, procuraba mirar al frente; nadie debía sospechar que aún tenía alma. Iba almacenando información a medida que avanzaba; aquel hueco del tiempo actuaba rápido con las personas, en las cosas aún no teníamos claro cuál era el efecto