Desde el patio de la base se podia ver a lo lejos la ciudad, aquella ciudad en la que habia nacido y crecido. Una ciudad en la que ahora temia entrar y en la que antes se sucedia toda mi vida.
-Phill, ¿sigues conmigo?
-¿Eh?.. ah , sí; sigo aqui. Solo pensaba en la ciudad.
-Pues mejor seria que nos pusieramos a pensar en lo que le vamos a decir a los engabardinados.
Tom tenia razón, creo que a los dos nos caian igual de mal aquellos tipos. No nos decian para que servian nuestros informes, pero lo más irritante era que asentian a todo lo que les contábamos como si ellos hubieran estado alli.
Y aun por encima ahora habia que explicarles lo del niño pequeño; aunque ciertamente ya sabrian que estaba aqui.
-Pues les diremos lo que hemos visto, ni mas ni menos Tom.
-Si, sera mejor. De todos modos tengo la impresión de que a veces ni escuchan lo que les estamos contando.
Cuando llegamos ya estaban alli esperando, los dos con sus impolutas gabardinas y sus elegantes trajes.
-Sientense por favor - nos dijeron nada más entrar - Y ahora informen sobre todo lo que han visto hoy.
Entre los dos contamos todo lo que habia pasado ese dia; también quedaron sorprendidos cuando les explicamos aquel agrupamiento de "cosas" que querian matar al niño.
Pero extrañamente no mostraron ninguna reacción al hecho de que el niño no se viera afectado por los agujeros temporales.
-Bien, eso es todo, gracias por su informe.
¿Después de dos horas hablando eso era todo?. No, aquella vez también ellos nos tendrian que contar algo.
Fue Tom el que tomó la iniciativa en aquel momento.
-Nada de eso, ahora nos toca a nosotros escuchar lo que tengan que decirnos.
-No sé que es lo que tenemos que contarles a ustedes, sobre todo porque no estamos obligados a ello.
Esto lo dijo el más alto de los tipos que teniamos delante. Esa muestra de soberbia era lo que me faltaba por ver en esta situación.
-Pues de aqui no va a salir nadie hasta que contesten a nuestras preguntas - dije levantando un poco la voz.
-¿Si?,¿ y que es lo que van a hacer para conseguir eso? - preguntó el tipo más pequeño.
La respuesta fue que empujamos la mesa y los golpeamos a los dos en las costillas. Mientras estaban sin aire aprovechamos para registrarlos y - ¡Oh sorpresa! - iban armados.
Ahora eramos nosotros los que teniamos el control de la situación.
La primera pregunta que hicimos era por qué estaba pasando todo esto en esta ciudad.
Los dos se resistieron a contestar, y nosotros estabamos empezando a perder la calma. Yo tenia delante al más alto y le di un golpe en la cara.
-Lo próximo sera un tiro en la rodilla a los dos como no contesteis ahora.
Tom dijo esto de una manera que hasta a mi me asustó un poco, pero comprendí que a lo mejor asi hablaban.
Y no tardaron en hacerlo. Supongo que no se arriesgarian a perder la vida por dar información a unos tios que seguramente estaban condenados.
Empezó hablando el tipo bajo.
-Vale, os diremos lo que querais. - después respirar un par de veces siguió hablando - En esta ciudad habia un laboratorio de investigación avanzada; en el se estaba investigando sobre la posibilidad de abrir agujeros de gusano. Parece que consiguieron abrir un par de manera controlada, pero en el último experimento que hicieron las máquinas que usaban se escaparon a su control.
En ese momento continuó el engabardinado alto.
-Parece que ese agujero dejó a todos los que trabajaban en el laboratorio en el mismo estado que los que están ahora por la ciudad. Las máquinas siguen funcionando segun el programa de experimentos, pero ahora los agujeros se abren en momentos, lugares y tamaños aleatorios.
Aquello nos dejo atónitos; pero no era suficiente.